Durante la cirugía del cáncer de seno, el médico puede extraer ganglios linfáticos debajo del brazo (axila) para saber si el cáncer se ha propagado. Cuando se extraen ganglios linfáticos, los vasos linfáticos que llevan el líquido del brazo al resto del cuerpo también se extirpan, ya que éstos pasan por los ganglios y están interpuestos. Si los vasos linfáticos que quedan no pueden drenar suficiente líquido linfático de estas áreas, el líquido se acumula y causa hinchazón o linfedema.
La radioterapia dirigida a los ganglios linfáticos debajo del brazo también puede afectar la circulación del líquido en el área del brazo, pecho y seno, lo que causa cicatrización y daños al tejido. Esto aumenta aún más el riesgo de linfedema.